Dios bendice a quienes lo obedecen, el Señor premia la obediencia. En la biblia podemos ver muchos ejemplos de cómo Dios premió a quienes lo obedecieron y que a pesar que era difícil cumplir o en muchos casos parecía ilógico, muchos lo hicieron y por lo que al final tuvo su recompensa.
Para poder obedecer es necesario tener Fe, porque sin Fe es imposible creer en Dios y en lo que ha establecido.
¿Cómo obedecer sin Fe?
No es posible obedecer sin Fe, los grandes hombres de la Biblia supieron poner primero a Dios porque creían en Él, así podemos ver el caso de Noé, quién construyo el arca y a pesar que muchos se burlaron de Él antes estuvo la obediencia a Dios y el Señor supo recompensarlo y empezó una nueva vida con ÉL su familia y le dio muchas generaciones.
Abraham, Dios lo bendijo teniendo un hijo a pesar de que su esposa era estéril. Cuando todo iba bien, el Señor le pidió que diera en sacrificio a su hijo, quizás en ese entonces Él no entendía porque lo hacía, pero con el dolor de su corazón puso a Dios primero e intento hacer el sacrificio, hasta que el Señor se manifestó y le pidió que no lo hiciera. Era una prueba desde luego, pero con un propósito para su vida.
Abraham es considerado el Padre de la Fe por la obediencia que tuvo a Dios. Él es padre de muchas generaciones, Dios recompenso grandemente a este siervo fiel.
En Lucas 5: 1 -11 el Señor Jesucristo empieza a predicar cerca al lago Genesaret. Ahí habían pescadores, se encontraba Simón (quién luego sería discípulo de Jesús), Jesús les dijo aquella vez donde exactamente debían pescar, aunque Pedro le dijo al maestro: “Señor toda la noche lo hemos intentado y no hemos podido, más es tu palabra y echaremos la red” Cuando echaron la red los peces habían en abundancia y se maravillaron todos los que estaban junto a Pedro, Jacobo y Juan hijos de Zebedeo.
Jesús les dijo: Desde ahora serán pescadores de hombres. Luego de pisar tierra dejaron todo y lo siguieron. Pedro fue uno de los principales discípulos de Jesús quien sirvió a Dios fielmente y que fue bendecido grandemente.
Deuteronomio 28:1 “Realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.“
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