Los regalos del mundo no significan nada sin la presencia de Cristo Jesús. El regalo más hermoso que tú le puedas darle ha alguien es hablarle de la persona de Cristo, porque con esto le ayudarás a conocer más quién es el Señor, que hizo por nosotros y que quiere que hagamos. Hablarle o predicar a las personas, puede ser el conducto de Salvación, de vida eterna y no hay mejor regalo que este.
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