El diablo un enemigo astuto, que va usar cualquier medio para hacerte caer en pecado. La ira es algo que debes controlar, porque es el momento en el que satanás te usará para descargar todo tu rencor y decir cosas hirientes, con el cual dañarás a la otra persona. En esta imagen se ve a un demonio que está en la boca de alguien y es el sembrador de lo que dirás.
Cuidado, no le des cabida a satanás y contrólate, piensa en lo que dirás y piensa en Dios, porque el Señor nos demanda a perdonar, hacer pacificadores.
No le des motivos al enemigo para entrar en tu vida
El enojo, la ira que puedes tener en ese instante de discusión, Dios te dice quítala. Tienes que pensar muy bien lo que vas a decir, porque puedes herir a alguien de por vida.
Si tu alimentas odio en tu corazón, lo expresarás y sabes quién está detrás de todo eso “el diablo”, mientras tu abras puertas, más odio almacenarás y dirás palabras hirientes, que seguro luego lamentarás haberlas dicho.
Cuando mencionamos de dejar puertas abiertas al enemigo, nos referimos a que tu vida está ligada al pecado y es por eso que actúas de esa forma, teniendo reacciones poco tolerantes y hasta agresivas.
Si tú estás en pecado más fácil será para que se apodere de tu vida y tome acción de lo que no quieres que pase.
Busca de Dios cada día y si hay algo que te está quitando la tranquilidad, pídele a Dios que todo deseo de odio, de venganza salga de tu vida, pídele que te de la paz que necesitas y que quite en ti toda palabra de amargura.
El control estará si viene Dios a tu vida. Vence el mal con el bien!
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