Se grato siempre con el Señor, levántate agradeciendo por todo lo bueno que te da el Padre, así también cuando termina tu día levanta tus manos al cielo y dile al Señor: Gracias por haberme permitido vivir, respirar de ese aire que proporcionas. Gracias por este día, por poder comer, poder andar, poder tener a mi familia y grandes amigos. Gracias porque a pesar que a veces soy infiel a ti, tu misericordia hacer que cada día se de una nueva esperanza en mi vida.
A ti sea la Gloria Jehová.
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