Este mensaje es para todos los jóvenes que siempre andan fijando sus miradas en donde no deben. Quizás por la misma edad que tienen, porque quieren experimentar nuevas cosas, nuevas aventuras, se dejan envolver en los placeres del mundo, hoy en día podemos ver como muchos muchachos se pierden por las drogas, por el alcohol, por las fiestas, por una vida sexual desenfrenada que llevan, que anhelan, la pregunta es: ¿estoy haciendo bien ante los ojos de Dios? Debes cuidar tu interior como lo más importante, examina por cada sentimiento que quiera surgir en ti.
Confiésalo a Dios y deséchalo. Cuando no puedas, pídele a Dios, Él te dará las fuerzas necesarias.
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