Las fuerzas que uno puede tener es limitado, cuando llegan las tragedias en nuestras vidas nos sentimos débiles y sentimos que ya no podemos continuar. La vida es dificil a veces y es que estamos en un campo de preparación para la otra vida y asumir todo ello cuesta. Aunque ya no hay fuerzas, Dios te renovará para que continues en tu luccha y sigas viviendo. Porque en medio de todo lo malo , solo el Señor podrá darte la tranquilidad.
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