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p style="text-align: justify;">El talento propio del hombre puede traer muchos beneficios y puedes llegar muy lejos, pero con el Señor podrás llegar mucho más alto. Las bendiciones de Dios te hacen llegar a lo alto y te ponen en una posición distinta. Podemos ver en La Biblia muchos ejemplos: Como el rey David, Salomón, Abraham, José, donde el Señor los bendijo por su obediencia.
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