En esta imagen cristiana reflexionaremos acerca de ¿Por qué todo me pasa a mi? ¿Realmente Dios me ha abandonado? ¿Por qué siento que todo lo malo me está pasando? ¿Cómo poder liberarme de esta situación tan terrible que hoy afronto?
Quizás muchos podrán decir que tuvieron un problema y ahí mismo se desencadenaba en más problemas, esa sensación de que todo le pasa y que no hay solución a su problema, recurren a Dios y dicen ¿Señor por qué me pasa a mi?
Realmente la vida es así, a veces pensamos que solo nos pasa a nosotros, pero muchos afrontan esos problemas, quizás hasta más fuertes que los tuyos.
Reflexión: Todo me pasa a mi, ayúdame Señor
No debemos quejarnos por lo que nos pasa, en primer lugar, porque debemos entender que la vida es así de dura, Jesús no dijo que este mundo sería fácil, pero que tenemos su respaldo ante todas esas adversidades. Debes mirar el panorama, hay gente que no tiene que comer, que afronta problemas de salud graves, que son ciegos, sordos, sin embargo dan la gloria a Dios porque que a pesar de todo lo que les sucede mantienen la paz y eso es porque confían en Dios, porque creen que ese dolor es pasajero y hay esperanza en sus mentes.
Mirando el caso de los demás, tú que tienes que comer, que gozas de una familia, que ves, que oyes, te frustras solo porque te abandono tu novia, porque tienes una enfermedad menor, vamos todo eso tiene solución y aún así fuera más grave, Dios siempre te va ayudar, dice el Señor "Confía en Mi, yo te daré la paz que necesitas" Filipenses 4:7 "La paz de Dios guardará nuestro corazón y nuestra mente"
Pero Yo Obedezco A DIos ¿Por qué los problemas vienen hacia mi?
Recuerda que ser creyente, no significa que no haya problemas, también debemos entender que ante esas pruebas dificiles no debemos apartarnos de Dios, sino debemos seguir aferrados, pronto el Señor te sacará de esa situación, porque donde tus fuerzas terminan, Dios te renueva y te ayuda, Él no te desemparará, y velará por ti.
No te amargues Por lo que te está pasando - Confía más en Dios
Demuestra que estas con Dios no solo en las buenas, sino también en las dificultades, así demostrarás tu verdadera Fe y serás muy bendecido. Recuerda también que no hay mal que dure cien años, que todo pasará y que mejorará, no reniegues por lo que pase, porque eso daña también tu salud física y emocional.
Aprende a confiar cada día en el Señor y no te preocupes que todo pasará y encontarás la paz que buscas. Muchas bendiciones!
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