Si nunca agradeces a Dios por cada sonrisa... ¿Por qué lo culpas por cada lágrima? Suele suceder cuando nos pasa algo, nos desquitamos con Dios, cuando la culpa de uno mismo o simplemente sucedió porque tuvo que suceder. Recuerda que en esta vida pasaremos momentos difíciles. Es cierto que Dios puede mover circuntancias, porque hay un propósito en tu vida, pero el Señor te levantará. No tengas temor de la vida, Dios no dejará a sus hijos que temen su nombre y andan en camino recto.
Comentarios